Higiene en Europa desde el Renacimiento hasta la Ilustración
Entre los siglos XV y XVIII las prácticas de aseo corporal en el continente europeo no sufrieron grandes modificaciones con respecto a lo que ocurría durante la edad media, es decir, a pesar de la evidente transformación en un pensamiento menos supersticioso, la higiene corporal sigue desarrollándose de una manera similar. Es de este periodo de la historia de donde llegan los rumores de un par de reyes europeos (Enrique IV y Luis XIII) a quienes sus sirvientes solo bañan con agua un par de veces en su vida. La literatura de la época describe ciudades malolientes y edificios con espacios reservados para que le gente hiciese sus necesidades; sin embargo, no habían sistemas eficientes de alcantarillado que evacuaran el material, por lo que aun los palacios de los reyes tenían un hedor nauseabundo. En la primera mitad del siglo XVIII, la gente se bañaba poco y lo hacía en seco; solo hasta el final de este mismo siglo en algunas casas la gente se bañaba con agua mezclada con aceites o leche.